Semana a semana te vamos descubriendo las pequeñas grandes cosas que puedes descubrir en la Provincia de Ávila…

Y una de esas maravillas, es cómo no, la gastronomía de Ávila.  En nuestro blog ya hemos disfrutado de los sabores de los melocotones de Burgohondo o de una tradicional receta de empanada de puerros.

Hoy es el turno de otro de los productos estrella de la gastronomía abulense: las Judías de El Barco de Ávila.

Estas judías, cuentan con el segundo Consejo de Denominación Específica más antiguo de España, siendo por tanto, el primer producto leguminoso reconocido con la “Indicación Geográfica Protegida”. Y su zona de producción, concretamente, es la de los terrenos ubicados en los términos municipales de la Comarca Agrícola de Barco-Piedrahíta.

Existen muchas formas de cocinar las Judías, pero aprovechando que ya está aquí el otoño y con él empiezan a llegar los primeros fríos, queremos compartir esta receta de Directo al paladar que nos abre el apetito sólo con verla… ¡Disfrutad con ella!

Receta de Judías de El Barco de Ávila con costillas y chacina:

 

foto-25-09-11-14-18-55-copiaIngredientes:

500 gr. de judiones del Barco de Ávila

300 gr. de costilla ibérica adobada

250 gr. de panceta ibérica adobada

250 gr. de chorizo dulce

100 cc. de aceite de oliva virgen extra

Un trozo de pan del día anterior

Azafrán

Sal

Agua

 

Paso a paso:

En primer lugar, ponemos los judiones a remojo durante ocho horas.

Después retiramos el agua y cubrimos la legumbre con agua fresca y hervimos con el fuego al máximo, eliminando la espuma que suelten.

Tras este paso, agregamos a la cazuela la costilla, el chorizo y la panceta, sin cortar. Cuando la mezcla hierva, quitamos la espuma que haya surgido de nuevo y dejamos que siga calentándose a fuego medio.

Por otra parte, freímos el trozo de pan del día anterior y cuando esté templado agregamos a la cazuela.

Aparte (en otra sartén), tostamos el azafrán, y lo desleímos en un vaso con un poco de agua de cocción, añadiéndolo al guiso cuando esté bien disuelto.

A partir de ese momento iniciamos una cocción lenta a fuego mínimo, “asustando” con agua fría, a la legumbre tres veces durante todo el proceso. Tiene que cocer entre dos y tres horas y debemos ir probando el punto de sal.

Disfruta aún más: desde Directo al paladar nos aconsejan preparar este plato un día antes de consumirlo, para que así todo adquiera un sabor conjunto y con “más lustre”.

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